dijous, 12 de març del 2015

¿Qué hay del municipalismo?


En los días en que la recesión económica afloró la crisis de representatividad, se recurrió al municipalismo como la última reserva donde se conservaba la esencia del servicio público. Donde la labor de proximidad suponía un ejemplo de buen gobierno. Sin embargo, las hoy denominadas formaciones emergentes han dado la espalda a la política municipal. Por un lado unos han renunciado de manera estratégica a tener que afrontar directamente el desgaste que supone para la marca el día a día y el contacto directo con los problemas de los ciudadanos. Por otro lado, hay quien jugando al corto plazo no ha tenido empacho para integrar a quien sea venga de donde venga y tenga el pasado que tenga. Con el único fin de poder trasvasar el mayor número de votos de la urna local a la autonómica el día de las elecciones. Nada nuevo bajo el sol. 

Si bien existen líderes como Isabel Bonig que resaltan el valor de su experiencia al frente de un ayuntamiento. La gestión local en nuestro contexto adolece de la relevancia que tiene en lugares como Reino Unido o Francia. En este último país los avales de los alcaldes resultan en la práctica decisivos para poder concurrir a las elecciones presidenciales. Afirma Luis Santamaría que la confianza debe ser la base para cualquier proyecto. Difícilmente puede asentarse aquel proyecto que desconfíe de partida de la Administración local; el proyecto de aquellos que siembran la desconfianza cuestionando, de manera interesada, la existencia de entidades supramunicipales como las diputaciones. Unas entidades que han garantizado a lo largo del período de crisis económica la igualdad en la prestación de servicios e infraestructuras para los ciudadanos de los municipios pequeños. Si tal como planteaban la entidad se hubiera integrado en una conselleria, ésta habría terminado con su presupuesto triturado por las prioridades de la deuda y el Estado social que tiene que afrontar la autonomía. Suponiendo esto un mayor grado de aislamiento y desigualdad para todas las personas que no habitan en grandes áreas urbanas.




Artículo publicado en: Levante EMV 
el 12 de marzo del 2015
El autor Pepe Morgan es abogado
Trabaja en la Diputación de Valencia
Es concejal del PP en Sempere

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada