diumenge, 25 d’octubre del 2015

La rojigualda: de los mares a los cielos


La entrada que vais a leer a continuación llevaba largo tiempo en mi cabeza. Poco a poco le he ido dando forma con el fin de buscar la explicación más simple, clara, amena y alejada de cualquier tipo de polémica. El objetivo es puramente divulgativo para dar a conocer una realidad histórica y fomentar el interés de los españoles por los símbolos que actualmente utilizamos para representarnos ante nosotros mismos y ante el mundo. 

Soy rotundo al afirmar que el deporte ha sido en los últimos años un potente catalizador en el aumento de la presencia cotidiana de la bandera bicolor a nivel popular. Pero más allá del mismo, el origen de por qué utilizamos estos colores para representarnos es algo oscuro e incluso desconocido para gran parte de la ciudadanía. Por lo tanto creo que ha llegado la hora de aportar mi granito de arena y dar a conocer esta realidad histórica que se remonta a hace más de dos siglos. 

Para que sea fácilmente digerible, he decidido dividirla en dos partes, una dedicada a la bandera en sí (color y forma) y otra a los escudos impresos que han aparecido en ella a lo largo de los siglos. Al final ambas detallaré la bibliografía consultada y que espero que os sea útil por si os llama la atención y queréis profundizar. 

CURIOSIDAD SOBRE LA PALABRA BANDERA 

Código de las Siete Partidas
En la actualidad entendemos una bandera como un símbolo que engloba a una organización y por lo tanto a un número de personas. Pero es muy curioso señalar cómo esta palabra que ganó protagonismo a lo largo de la historia venía en la Edad Media a señalar a un elemento de menor rango. Según el “Código de las siete partidas” escrito por el rey Alfonso X “El Sabio”, encontramos entre otras la siguiente distinción: 

  • Estandarte: Sólo la debe emplear el monarca, por lo que su importancia es elevadísima. 
  • Seña: Destinada a los caudillos militares que tuvieran 100 o más caballeros vasallos o a los concejos. 
  • Pendón posadero: Destinado a los caudillos con un número de caballeros vasallos entre 50 y 100 y por los maestres y comendadores de las órdenes de caballería. 
  • Bandera: Destinada a los caudillos militares con un número de caballeros vasallos entre 10 y 50. 


Es decir, de los principales vexiloides definidos, la bandera era uno de los de menor rango, pero ha pasado a la historia como el principal para usos civiles (señalar que los otros siguen usándose principalmente en el ejército). 

BANDERAS ANTERIORES A LA ROJIGUALDA 

Bandera de los reyes católicos sobre fondo carmesí
En este apartado uno podría fácilmente tirarse semanas escribiendo sin llegar a conclusiones claras, y por motivos de espacio, ese no es el objetivo de esta entrada. 

Para ello voy a hacer zoom en determinados momentos mostrando algunos ejemplos desde los Reyes Católicos. 

Una de las primeras cosas que debemos tener claro, es que hasta bien entrado el siglo XVIII el concepto de nación no existía puramente como tal, de modo que las banderas venían a representar exclusivamente los títulos de la monarquía reinante en un territorio (también la nobleza) y España en esto no fue una excepción. 

Por lo tanto la bandera más común partía generalmente de un único color de fondo, sobre el que se ponía el escudo de la casa real o nobiliaria. 

Bandera de los Reyes Católicos usada
 por la flota de Cristóbal Colón
Como dije al principio, en la futura entrada sobre los escudos detallaré más ejemplos, aunque me gustaría señalar que durante los Reyes Católicos muchos de los paños que se han conservado tienen tonalidades blancas o carmesíes (rojas). 

Estandarte imperial de Carlos V
Con la llegada de Carlos V, a los colores del fondo se le añadió el amarillo por ser éste el color imperial (recordemos que fue emperador del Sacro Imperio Romano Germánico). Es importante esta detalle pues al ser la dignidad de emperador superior a la de rey, ha pasado principalmente a la historia como Carlos V y no como el que debería corresponderle en España, Carlos I. En esta época también se empezaron a popularizar las conocidas como cruces de San Andrés, traídas por su padre Felipe I (por tener derechos sobre la casa de Borgoña). Estas cruces llegaron a ser muy famosas y se convirtieron en el símbolo distintivo de los tercios y la marina española . 

1- Bandera de los galeones españoles del siglo XVI.
2- Bandera con la cruz de San Andrés de algunos tercios y bandera de la marina española siglos XVII-XVIII.


Hasta la llegada de los Borbones, las banderas volvieron generalmente al color de fondo carmesí, aunque al ser una bandera real, había evidentemente variaciones (principalmente amarillo y en ocasiones blanco). Los Borbones en el siglo XVIII popularizaron el color que los representaba, el blanco, el cual pasó a ser el fondo de bastantes banderas de la época . Y así, con sus mayores o menores modificaciones siguió hasta que llegamos a la protagonista de nuestra entrada. 

LA ROJIGUALDA DE LOS MARES 

Estandarte real Borbónico
Hay primero un detalle que me gustaría apuntar sobre las banderas de las flotas navales. Cualquiera que conozca un poco la historia de España sabe de sobra la importancia que tuvo la marina tanto de guerra como mercante a lo largo de los siglos (sobre todo en su comercio con el continente americano). Si entendemos que las banderas de los barcos eran vistas por personas y navíos de otros países y en territorios muy alejados, la consecuencia fue que éstas tuvieron un peso muy importante en la representación internacional del país, identificándose mediante estos símbolos concretos a la monarquía española. Ahora entenderéis el por qué de este párrafo. 

Carlos III
En el último cuarto del siglo XVIII, concretamente 1785, Carlos III decidió crear una nueva bandera para la marina española. Entre las razones que motivaron el cambio, se cuenta que la principal fue la de poder diferenciar a un navío español a lo lejos (ya que el color blanco imperante era utilizado por muchos estados europeos, lo que llevaba a confusión). Aunque no está confirmado, algunos historiadores creen que otro objetivo perseguido era el diferenciarse de Francia, que aunque estaba muy ligada a España por reinar los Borbones en ambos países, ya empezaba a olerse que a la larga las relaciones no iban a ser muy cordiales (estamos a sólo 4 años de la revolución francesa). 

Para ello el monarca encargó al ministro de marina, Antonio Valdés y Fernández Bazán, la presentación de diversas propuestas para escoger un ganador. En total se presentaron doce, que corresponden a las siguientes:



12 propuestas: ¿Cuál es vuestra favorita?


Supongo que os sonará la primera. Efectivamente fue la escogida y la raíz más inmediata de la bandera bicolor que usamos actualmente. Pero vayamos paso a paso. 

En el decreto que elegía la primera propuesta como bandera naval, se incluía el término nación, por lo que por primera vez no se aludía exclusivamente al monarca (aunque en pleno despotismo ilustrado la nación y el monarca venían a ser lo mismo). Aun así, remarco que su uso era sólo para la marina (incluía las plazas marítimas costeras), por lo tanto fuera de ella no venía a representar nada. En el mismo documento se añadió una particularidad interesante: guerraInicialmente la bandera tenía las tres fajas de color de igual anchura, pero un estudio arrojó que con la distancia la faja amarilla podría no verse claramente y parecer que toda la bandera era roja (con la confusión que eso podría causar). Como resultado se decidió duplicar el ancho de esta faja respecto a los extremos (de igual aplicación a día de hoy) y quedando como veis en la imagen. 

A modo de curiosidad señalar que esta bandera vino a eliminar el aspa de San Andrés de las representaciones navales, algo que había sobrevivido más de dos siglos y que había sido un símbolo muy representativo del país. Si os fijáis, siempre llamo a la bandera rojigualda, pues está formada por la combinación de los colores rojo + gualda (se trata de unas hierbas de las que se obtenía el tinte amarillo utilizado). 

Ahora bien, viendo la importancia que tuvo a la larga esta bandera, recomiendo mirar de nuevo las propuestas y ver las posibilidades que pudieron transformarse en la bandera actual (algunas en mi opinión son realmente feas). Pero cabe preguntarse el por qué de los colores rojo y amarillo. Y aquí quiero desarrollar varias teorías: 
  • Facilidad en la identificación a grandes distancias al ser colores llamativos. 
  • Disponibilidad abundante de telas de estos colores en el mercado, lo que venía a suponer una fácil obtención de grandes cantidades de la misma. 
  • Los colores vienen de la corona de Aragón, ya que el escudo representa las armas de Castilla: Ésta es quizá la teoría que más suposiciones genera y probablemente la más romántica de todas. Se observa que esta configuración incluía en sus símbolos los dos reinos motores de la creación de la nación Española, pero si retrocedemos a la llegada de los Borbones a España vemos lo siguiente. Castilla, como principal reino que los apoyó se vio muy beneficiada y elevada a cabeza motora en contrapartida con Aragón, cuyo apoyo al otro pretendiente le acabó costando la supresión de sus privilegios. Si seguimos este razonamiento, la bandera debería haber sido exclusivamente castellana, pero curiosamente Carlos III antes de ser rey de España lo había sido de Nápoles. Apelándose a una supuesta añoranza a esta tierra (con su pasado aragonés) se dice que le hizo desear que fuesen incluidos sus colores en su diseño aunque fuese de manera indirecta. 

Es probable que el mayor peso de la elección estuviese en las dos primeras opciones, pero no debemos descartar la tercera ya que el ser humano tiende a adornar de simbolismo todo lo que hace para darle un toque épico y romántico. 

DE LOS MARES A LA TIERRA 

Llegamos así siglo XIX, caótico para España. Por un lado se observa la cantidad de banderas alternativas que aparecieron para representar a multitud de grupos sociales y políticos y por otro la enseña naval bicolor caló hondo en el territorio nacional, sobreviviendo a este tiempo tan inestable. 

Ejemplos de bicolor española usadas en
la guerra de independencia española
La invasión de Napoleón provocó entre los movimientos de resistencia la aparición de muchos símbolos locales con importante representación religiosa (siendo generalmente el color del fondo blanco). 

Pero la marina iba a dejar su impronta a lo largo del conflicto y no precisamente por su lucha en los mares. Como antes mencioné, la rojigualda era la bandera utilizada por los barcos y las fortalezas costeras y al ser utilizadas éstas como puntos para reaprovisionamiento y defensa, sus símbolos ganaron protagonismo. El más claro ejemplo lo tenemos en la ciudad de Cádiz, donde el gobierno resistió los envites franceses. El puerto, con sus barcos, fortalezas y símbolos, sumados al hecho de que la bandera bicolor los diferenciaba claramente de los franceses, provocó su ascenso social. Si a esto sumamos que muchas tropas de infantería de marina eran utilizadas en operaciones en el interior del país, vemos que su avance la dio a conocer en distintas regiones donde era presentada como el estandarte de las tropas de liberación. Pero la convulsión posterior también afectaría a la bandera. La rojigualda tuvo un simbolismo muy variado, primero usada como enseña liberal contra el absolutismo de Fernando VII y luego como símbolo oficial de los Carlistas, en fuerte oposición a los liberales (paradojas del destino). 

Ejemplos de banderas usadas por los liberales. 1- Bandera de Mariana Pineda. 2- Propuesta de bandera republicana en 1840. 3- Propuesta de bandera republicana federal. 4- Bandera tricolor francesa, inspiradora de muchos símbolos liberales


Ya sea porque fue usada por el Carlismo, o por influencias externas, aparecieron nuevas enseñas dentro del propio liberalismo y conformadas con tonos morados, verdes e incluso usándose la tricolor francesa (en relación a la revolución de 1789). Esto añadía caos vexilológico, pero la bicolor resistió de nuevo los envites y en 1843 un Real Decreto la uniformizó para toda la nación y el ejército. Podemos poner aquí el contador a cero de la bicolor como enseña que venía a representar a todos los españoles a partir de este momento.

Bandera de la primera república
Si seguimos la línea histórica, ni el destronamiento de los Borbones con la revolución “Gloriosa”, ni la llegada de los Saboya, ni la primera república ni la restauración posterior de los Borbones le quitó su carácter oficial. Mucha gente piensa que la bandera tricolor republicana fue usada en esta primera república, algo que no es cierto, pues la rojigualda siguió siendo la bandera oficial (lógicamente se le suprimieron todas las referencias simbólicas a la monarquía). La restauración Borbónica posterior reinstauró los símbolos monárquicos pero como señalé no alteró los colores. 

DE LA TIERRA A LOS CIELOS 

Bandera de la segunda república
Con la llegada de la segunda república en 1931, la bandera fue cambiada a la tricolor (roja-amarilla-morada) con todas las fajas de igual anchura. No se sabe a ciencia cierta quién y cuándo se creó, existiendo multitud de teorías al respecto. Entre las que explican el uso del color morado, la principal es la que se refiere a los comuneros de Castilla, un movimiento de oposición a la monarquía de Carlos V en el primer cuarto del siglo XVI. Ya sea por su simbolismo contrario a la monarquía, como por el carácter más global que se decía que daba a la nación, este símbolo cuajó a nivel popular (tanto que hoy en día es el principal color característico de los partidarios de la instauración de la tercera república en España). Otras personas lo relacionan con la masonería o como un error cromático en relación a los comuneros de Castilla (el mal estado de conservación de las enseñas de los comuneros, sumadas a la degradación del color rojo, provoca que algunos tonos sean fácilmente confundidos con el color morado). 

Bandera de España (1945-1977)
Escasos años más tarde, la guerra civil trajo como consecuencia que en el bando franquista se volviese a utilizar la enseña bicolor (se dice que para contentar a los carlistas, los cuales brindaron un importante apoyo a la sublevación). Un hecho poco conocido lo encontramos en los primeros meses del conflicto, al usar los militares franquistas la enseña tricolor gubernamental con sus símbolos (hasta 1938 no se hicieron oficiales los cambios con el retorno a la bicolor y el uso de símbolos inspirados en los Reyes Católicos). 

Desde el fin de la guerra civil en 1939 hasta el día de hoy, la bandera oficial ha sido la rojigualda con la faja central de doble espesor (tal y como fue definida en 1785). Los cambios principales se dieron en el escudo, análisis que haré en la entrada de la semana que viene. 



CONCLUSIÓN 

La próxima semana haré el mismo recorrido pero a través de los escudos de la nación española. Será una entrada con muchas imágenes y muy interesante. Dad por favor a conocer estos hechos a aquellas personas que os rodean, pues ganaremos todos sabiéndolo. ¡Un saludo! 

Evolución de las banderas de España oficiales de España (1840-actualidad)


BIBLIOGRAFÍA 

Antes de ponerme a la faena, querría señalar que gran parte de la información que presento ha sido obtenida de la siguiente fuente: 



Compendio de las banderas de España, 3º edición. Rafael Luís Gómez Herrera (Sociedad Española de Vexilología). Altamente recomendable. 




Otras fuentes: 



Publicado en el blog: La Trompeta de Jerico




diumenge, 18 d’octubre del 2015

La Memoria Colectiva Siempre es de Corto Plazo




Posicionamiento ideológico de los votantes, por partidos









Pulso entre los cuatro grandes partidos por el centro político 


Las elecciones generales del 20-D se dirimen en el centro, un espacio político clave que aglutina hasta el 40% de la población y que ha sido decisivo en el diseño de las estrategias electorales de PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos. Sin esos votantes nadie puede conquistar la Moncloa, según los expertos consultados por EL PAÍS. Para convencer a esos electores, los cuatro partidos con más expectativa de voto plantearán propuestas que generen consenso y sin sesgo ideológico. Ciudadanos ha irrumpido en ese escenario con un liderazgo diferenciado, lo que no significa que sea el mejor situado para vencer en las elecciones generales, según coinciden todos los analistas. 

El centro ideológico —el espacio formado por quienes se sitúan en el 5 en la escala ideológica, siendo 0 la extrema izquierda y 10 la extrema derecha— está más disputado que nunca. 

Durante las últimas dos décadas, solo PP y PSOE lo habían conquistado. Ese espacio tiene hoy un líder indiscutible y nuevo: Ciudadanos, al que apoyarían hasta un 20% de los votantes de centro, aventaja en ocho puntos al PP y el PSOE, según los datos de Metroscopia de octubre. Podemos, que hace un año arañaba hasta el 13,5% de estos sufragios, ahora solo suscita el apoyo de un 4,3%. Los expertos advierten de que ganar en el centro es condición necesaria pero no suficiente para ganar las generales: se estima que 11 millones de votantes de ese espacio acudirían a las urnas si la participación es del 77%. 

“PP y PSOE se enfrentan a un nuevo centro político en el que ellos ya no son los únicos dueños”, analiza Ángel Valencia, catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Málaga. “Deben de perfilar su discurso ideológico, diferenciándose en un escenario en el que existen más competidores y, en segundo lugar, actuar con la idea de que tendrán que gobernar con el apoyo de otra fuerza política”, sigue. “El problema de PP y PSOE no es solo disputar un centro político más complejo, es convencer a los ciudadanos de que pueden renovar la sociedad española con programas e ideas nuevas después de haberla gobernado en el pasado”, añade. 

Eso enfrenta a los dos partidos mayoritarios con un problema. Los datos hablan por sí solos. Hay que ganar el centro para lograr las llaves de La Moncloa. Así, el centro fue “la explicación de la holgada victoria del PP” en 2011, según señala el analista de Metroscopia Marcos Sanz Agüero en su artículo Nuevo reparto del voto en el centro mismo de la escala ideológica. Entonces los populares vencieron en ese espacio con un 25,1% de apoyo frente al 16,4% del PSOE y el 1,5% de UPyD. 

Nuevas estrategias 

Desde entonces, la evolución de las preferencias de estos votantes ha sido significativa: en octubre de 2014 se produjo un vuelco de 180 grados y el PP se convirtió en un partido casi descentrado (solo un 7,8% de los que se situaban en el 5 votaría por el PP). El PSOE sumaba un 14,1% de esos votantes y Podemos un 13,5%, frente a un 4,5% de UPyD. Como dijo Albert Rivera, el candidato de Ciudadanos, en una entrevista con EL PAÍS: “Tanto el PSOE como el PP se equivocarían si piensan que el centro sociológico de España, que les ha dado tradicionalmente mayorías, es patrimonio suyo”. 

Si el centro es la clave, ¿cómo se conquista a sus votantes? “Lo más probable es que veamos muchas estrategias en las que se hable de temas que generen consenso en el electorado para ampliar su base de votantes”, explica Pablo Simón, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Carlos III. “Por ejemplo, lucha contra la corrupción o petición de medidas de sensibilidad social. Temas que generan amplias simpatías y que no enajenan a ningún votante”, sigue. “El centro es un espacio más disputado que nunca porque Ciudadanos emerge en torno a ese caladero. La tríada Ciudadanos-PP-PSOE es la que tiene más oportunidad de atraer a este tipo de votantes”. 

A dos meses de las elecciones generales, y tras su éxito en las catalanas —25 diputados—, Ciudadanos ha ocupado con holgura el centro del tablero. ¿Significa eso que es el mejor situado para llegar a La Moncloa? “El aforismo tan repetido de que ‘quien gana el centro gana las elecciones’ es una clave del modelo de gobierno bipartidista PP-PSOE. En este momento, en cambio, se aplica un matiz tan decisivo como el propio aforismo: el centro es una condición necesaria pero no suficiente para ganarlas”, afirma Camas García. ¿Por qué? Hasta la consolidación del multipartidismo, el PP o el PSOE ganaban los comicios cuando más éxito tenían atrayendo a los votantes de centro, pero porque a la vez agrupaban a los de su espacio ideológico —la izquierda, en el caso del PSOE, y la derecha, en el del PP—. 

La estrategia de Rivera 

En consecuencia, Ciudadanos necesitaría captar votantes de alguno de los otros espacios ideológicos para ser mayoritario. “Aunque está en luna de miel parece complicado que gane. Tendría que arañar muchos más votos al PP y el votante que le queda al PP, que está en el 23-24%, parece que ya es el que es muy fiel”, reflexiona Luis Orriols, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Oxford. “Su oportunidad es ser más competitivo arañando votos del PSOE. Le puede beneficiar que el debate nacionalista sea el eje de aquí a las elecciones”. 

La “obsesión” por el centro, indican los expertos, tensiona a los grandes, porque tienen que ser suficientemente eclécticos para contentar a unos y otros. El PP tiene la ventaja de haber sido un partido “camaleónico”, en palabras de Fernández Albertos: esto es, aparecía como moderado para los votantes moderados y como extremo para los extremos. El PSOE tiene el hándicap contrario: “Los de izquierdas le encuentran demasiado centrista y los de centro demasiado de izquierdas”, razona el politólogo. “El PSOE siempre ha sido consciente de que para ganar las elecciones necesitaba ganar en sus dos almas”, concluye el experto. La aparición de Podemos hace que para el PSOE sea menos atractivo intentar motivar al votante muy de izquierdas, estima este analista. Un nuevo competidor ataca por ese ala. 

El partido de Iglesias se enfrenta al mismo dilema que el PSOE: la disyuntiva entre potenciar la moderación o refrendar su ala más ideologizada. “Yo me resignaría a una estrategia más a la defensiva, replegar y consolidarse en la izquierda”, defiende Orriols. “Para volver a la ofensiva deberían hacer cambios de calado, de liderazgo; un golpe de efecto”. 

El perfil del votante 

¿Quiénes son los votantes de centro? “Están los genuinamente centristas, de posiciones moderadas, y la gente políticamente apática, menos comprometida”, contesta José Fernández Albertos, doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Harvard. “Es también el punto de confort, de no mojarse”, añade. Los expertos advierten de que el análisis cualitativo de ese grupo de electores es complicado porque “hay de todo, es un electorado que reúne casi todas las características”, según indica Francisco Camas García, doctor en Ciencias Sociales y analista de Metroscopia. Al mismo tiempo, tienen rasgos comunes: es un votante “mucho más indeciso y volátil”, apunta Camas, y se “comporta de forma estratégica: se suma al caballo ganador”, según destaca Fernández Albertos. 

La heterogeneidad del grupo dificulta a los partidos el diseño de propuestas que puedan atraer a sus integrantes. Los estrategas de cada formación, sin embargo, intentan utilizar esa indefinición en su favor, presentándose como garantes de los intereses de esos votantes sin especificar medidas concretas para así atraer a los indecisos. 

“El centro en la política española tiene un sentido aspiracional: cuando llegan las elecciones, los partidos usan la retórica del centro para atraer a los indecisos”, advierte Gustavo Entrala, fundador de la agencia 101. “En este momento hay millones de españoles que no tienen su voto decidido. No hemos visto nada igual en los últimos veinte años. Por eso, los partidos tienen más miedo a perder apoyos que ambición para ganar nuevos votantes. La apelación al centro es una apelación al voto útil”, argumenta. 


Artículo publicado en El País por:












 

Clima Político en España. Octubre 2015

Evolución de la Bandera de la Comunitat Valenciana







Publicado en: El Mundo CV.

Escultura en Honor al Rey Jaime I






Publicado en: El Mundo CV.

Territorios del Reino de Valencia en tiempos de Jaime I






Publicado en: El Mundo CV.

dissabte, 10 d’octubre del 2015

12 de octubre. Luce tu Bandera




¿Por qué crecen Ciudadanos y Podemos en la Comunidad Valenciana?


La subida de C's puede deberse al llamado "efecto luna de miel": los partidos que salen victoriosos de unos comicios tienden a mejorar en las encuestas.

Fuente: Infografías El País.

El viernes se publicó en El País una encuesta sobre los resultados de unas hipotéticas elecciones generales en la Comunidad Valenciana. La encuesta es relevante por dos razones: aporta información actualizada sobre Valencia y es uno de los primeros sondeos tras las elecciones catalanas. Además trae cambios significativos. 

El gráfico compara los resultados de las elecciones de mayo de 2015 con los pronósticos de la encuesta para las generales de diciembre. 



Destaca el ascenso de Ciudadanos. El partido logró un 12% de votos en las autonómicas de mayo y Metroscopia le da ahora un 25% para las generales. En cinco meses, el partido de Rivera habría duplicado sus apoyos. 

Pero, ¿de dónde vienen esos votos? Muchos podrían venir del PP, que cae cuatro puntos respecto las autonómicas. Otros podrían llegar de la abstención o ser nuevos votantes (Ciudadanos aparece como el favorito de quienes votan por primera vez). El partido incluso podría haber atraído a votantes de Compromís. 

Pero tal vez este salto de Ciudadanos es temporal y puede estar motivado por su éxito en las elecciones catalanas. Sería lo que se conoce un "efecto luna de miel": los partidos que salen victoriosos de unos comicios tienden a mejorar en las encuestas. De hecho, es probable que veamos este efecto a nivel nacional y que Ciudadanos mejore en las próximas encuestas. Si consolida o no ese avance, sólo lo sabremos después. 

La otra noticia del sondeo es la caída de Compromís y el crecimiento de Podemos. Las dos formaciones de izquierdas, anti-corrupción y anti-stablishment. Y antes de las elecciones autonómicas se discutió si el voto de ambas formaciones se solapaba. Si tal conflicto existía, los mejores resultados de Compromís en mayo venían a indicar que la coalición valenciana estaba ganando. 

Ahora, sin embargo, la encuesta apunta a un voto diferenciado entre las autonómicas y las generales. Votantes de Compromís en las valencianas podrían votar a Podemos en unas generales (e incluso al PSOE). Un dato refuerza esta hipótesis: Compromís es, según los encuestados, la formación que mejor defiende los intereses de la Comunitat (21%), aunque serían muchos menos los que le votarían en las generales (7,3%). 

Mónica Oltra es, con diferencia, la líder más valorada. Su perfil pudo ser clave para explicar el ascenso de Compromís el 24M. Esta cuestión, la fuerza relativa de un Compromís sin Mónica Oltra y un Podemos con Iglesias como candidato, condicionarán la negociación entre las dos formaciones para concurrir juntas o por separado.


Publicado en: El Español 

Autores: KIKO LLANERAS @kikollan y JORGE GALINDO @jorgegalindo