divendres, 3 de gener del 2014

90 años de la elección de la primera alcaldesa de España


Matilde Pérez Mollá fue nombrada en 1924 y llevó la luz y la primera carretera al pequeño pueblo de El Comtat.  

Quatretondeta, pequeño municipio de la comarca de El Comtat, recordará en 2014 el noventa aniversario de la elección de la primera mujer alcaldesa de España, lo cual ocurrió en 1924 cuando el entonces gobernador de la provincia nombró regidora de esta localidad a Matilde Pérez Mollá. 

Pérez Mollá, recordada cariñosamente como Doña Matilde, se convirtió en la primera alcaldesa de la historia política española, con un mandato comprendido entre el 27 de octubre de 1924 y el 1 de enero de 1930, y abrió el camino a otras muchas mujeres al frente de las administraciones locales. 

Según un estudio del departamento de Historia Moderna de la Universidad Complutense de Madrid, a esta pionera le siguieron Concepción Pérez Iglesias en el municipio pontevedrés de Portas, entre 1925 y 1930; y Petra Montoro Romero en Sorihuela del Guadalimar (Jaén), en 1925. 

Pérez Mollá pertenecía a la familia más acaudalada de Quatretondeta y a la edad de 45 años fue designada por el gobernador de Alicante durante la dictadura de Primo de Rivera. En ese tiempo, y para diferenciarse de su hija, también de nombre Matilde, los vecinos la llamaban la «senyora vella». 

El actual alcalde de la población, Jorge García Domenech, ha relatado que esta mujer marcó época porque sus seis años de mandato resultaron de lo más prolífico ya que, por ejemplo, se construyó la primera carretera para unir el pueblo con otra población, la vecina Gorga, a unos cinco kilómetros. 

Pero quizá lo más importante de sus años de alcaldesa fue la llegada de la luz eléctrica, lo que introdujo de golpe a Quatretondeta en la modernidad del siglo XX. 

García Domenech ha indicado que las actuales dificultades económicas que, como la mayoría de los ayuntamientos, atraviesa su consistorio ha dificultado hasta el momento programar actos de conmemoración de la efeméride aunque ha añadido que hasta octubre aún hay tiempo. 

Hace nueve décadas esta pequeña población rural contaba con cerca de 500 habitantes, casi cinco veces más que actualmente. Doña Matilde sigue siendo recordada y cuenta con una placa en la fachada del Ayuntamiento y también con una calle para rememorar su paso y el hito que marcó en la lucha por la igualdad de derechos. 


Considerada como una persona culta y con un talante que inspiraba «autoridad», la «senyora vella» se esforzó en elevar la formación de sus vecinos y, para ello, formó un grupo de teatro e, incluso, dio clases de piano y escribía artículos costumbristas para el diario 'Las Provincias'.

Según explicó hace unos años su último nieto, Rafael Carreres, también se distinguía por sus labores humanitarias puesto que era «protectora» de la leprosería de Fontilles (situada al norte de la provincia de Alicante), para cuyos enfermos confeccionaba mantas de lana.


Desde que fuera alcaldesa, Quatretondeta ha sido gobernada en otra ocasión por una mujer, la socialista Magdalena Chiquillo, quien dirigió el Ayuntamiento entre 2003 y 2011. 


Escrito por Antonio Martín para EFE


Fuente de la que hemos tomado la noticia: El Comtat Digital

Articulo publicado en ABC por Mercedes de la Fuente el 26 de abril del 2008 que tiene información de interés sobre la figura de la primera alcaldesa de España: Matilde Pérez Moya. Por su interés lo reproducimos integramente.

Un telegrama y tres erratas notificaban a la Presidencia del Gobierno español de 1924, en plena dictadura del general Primo de Rivera, el nombramiento en «Contretondeta» de «María Pérez Moya» como primera alcaldesa de la historia de España. En realidad era Matilde Pérez Mollá y se trataba, por supuesto, del municipio alicantino de Quatretondeta, a los pies de la pintoresca sierra Serrella.

Ser la mujer adecuada y estar en el momento oportuno convirtieron a Matilde en personaje histórico a los sesenta y seis años, cuando ya era llamada por sus paisanos «la senyora vella» para diferenciarla de su única hija, de igual nombre, y tras décadas de viudez y trabajo altruista para su población natal, de quinientos habitantes, casi el triple de los que tiene actualmente.

Nacida en la familia más rica del pueblo en 1858, se casa muy joven con Rafael Blanes, notario alcoyano con quien se establece en Cartagena después de varias jornadas por los penosos caminos españoles, soportadas gracias a su espíritu viajero y a la ilusión de ver el mar por primera vez.

Mucho después desanduvo esos caminos con su hija, al enviudar y decidir volver a Quatretondeta, convertida en una mujer con más mundo que la mayoría de sus contemporáneas, pues había viajado al extranjero y conocido a personajes de amplio espectro social, incluido el rey Alfonso XIII.

Su figura a caballo se populariza en la comarca mientras recaba fondos, colabora con la cercana leprosería de Fontilles, administra con acierto su patrimonio, escribe artículos costumbristas para «Las Provincias» y espolea las inquietudes culturales del pueblo formando un grupo de teatro o dando clases gratuitas de piano. Un vendaval que recibía en su acomodada casa a los amigos extranjeros y que acabaría inspirando la novela «La Señora» a uno de sus sobrinos.

Cuando Primo de Rivera intenta ganar apoyo social y concede el derecho restringido al voto de las mujeres españolas, ella cumple los requisitos: mayor de veintitrés años, no sujeta a autoridad marital y con «casa abierta» en un municipio.

En seis años de alcaldesa logró unir Quatretondeta al mundo con su primera carretera, cinco kilómetros que llegaban y llegan a Orga y que permitieron entrar a los ingenieros y máquinas con los que logró otro hito: llevar la luz eléctrica a las casas y calles de su pueblo. Vivió seis años más, suficientes para saborear el respeto unánime de sus paisanos, todavía intacto casi un siglo después.


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